Así lo ha afirmado la SGAE, que parece haber descubierto hoy que con ciertas técnicas el proceso se hace cada vez más arduo y tedioso, tomando caminos que en ningún caso llegan a buen puerto para ellos. Pero… ¿a qué nos referimos exactamente?
La Sociedad General de Autores y Editores tenía hasta este anuncio la obligación de ir contra aquellos que descargasen o compartiesen contenido protegido, especialmente de la cultura nacional. No obstante y si bien todos sabemos que si los particulares actúan de esta manera sin ánimo de lucro no es ningún delito, la SGAE lo intentaba, una y otra vez… hasta hoy.
De esta manera, se lavan para dar una mejor imagen y se compromete a dejar tranquilos a los usuarios de a pie, centrándose en empresas y optando por tomar un camino algo más lógico, pero no menos incomprensible.
Vía: Banda Ancha
Autor: Daniel Piñas