Cual es mi IP
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¿Qué son los servidores virtuales privados y por qué son tan seguros?
¿Qué son los servidores virtuales privados y por qué son tan seguros?
04/07/2022

La digitalización es, a día de hoy, parte destacada e ineludible de cualquier buena política empresarial y la virtualización de procesos y recursos, un elemento notorio de la estrategia tanto de pymes como de grandes compañías que han encontrado en soluciones como los servidores virtuales, una nueva forma de trabajar más efectiva, práctica y segura. ¿Qué es un servidor privado virtual o VPS? Un servidor virtual privado o VPS (en inglés, virtual private server) es una solución de alojamiento específica para virtualización que se configura para que su potencia de procesamiento pueda ser compartida simultáneamente por diversos usuarios en un entorno estable y personalizable y de manera totalmente independiente. Los VPS ofrecen espacios conectados a internet permanentemente, en los que los clientes pueden alojar webs, tiendas virtuales, cuentas de correo, aplicaciones o procesos en la red segura, ... sin necesidad de modificar, ampliar o invertir en nuevos equipos. A diferencia de un hosting compartido, los VPS ofrecen a cada cuenta el control de sus “partición”, incluyendo la automatización de tareas rutinarias, y la libre elección de los recursos virtualizados, incluido el sistema operativo, programas o herramientas específicas que quedan alojadas en estos servidores, listas para ser utilizadas en exclusiva por el cliente que las ha solicitado. ¿Para qué sirve un VPS? Un servidor privado virtual está pensado para cubrir las necesidades de proyectos que requieran capacidades de procesamiento más o menos altas, necesarias para poder instalar o ejecutar aplicaciones a nivel de servidor, sin que el cliente se vea obligado a invertir en la adecuación de sus equipos. En este tipo de servidores virtuales privados, cada cliente dispone de un número determinado de CPUs, memoria RAM, espacio en disco y la asignación de una, o varias, dirección IP propias (e IPV6) asignadas. Todos estos recursos serán utilizados exclusivamente por éste servidor privado virtual, mejorando, por tanto, el tempo de uso de los recursos, y especialmente, la seguridad. Además, al trabajar con recursos virtualizados, los VPS garantizan un ahorro en costos de hardware físico, reparaciones, renovaciones, … además de en otros gastos como el consumo eléctrico. Una de las características que hacen de un VPS la mejor elección para los IT Managers es la escalabilidad. Poder comenzar el proyecto con unos recursos iniciales e ir ampliándolos a medida que estos vayan creciendo. Gracias a su tecnología, los servidores privados virtuales, también, mejoran la seguridad en el almacenamiento de información confidencial y sensible y están diseñados para facilitar una mejor gestión y privacidad en operaciones como, por ejemplo, las transacciones online. Estas características convierten actualmente a los VPS en un recurso adecuado para gran cantidad de usos, siendo algunos de los más destacados: E-commerce: mejor rendimiento, mayor seguridad, mejora experiencia, usuario final, alto rendimiento. Alojamiento web: más espacio, transferencia de datos ilimitados, menor tiempo de carga, mayor número de dominios, mayor privacidad, mayor capacidad de gestión de volúmenes de tráfico grande. Educación y Formación: mayor número de usuarios, mayor velocidad en el intercambio de archivos P2P, mejor seguridad. Servidores para juegos: conexión superior, número ilimitado de jugadores, mayores recursos y mayor rendimiento. Banco de pruebas: más libertad, entornos de pruebas independientes y más confiables. ¿Cómo de seguro es un servidor virtual?
 ¿Por qué usar VPS? En comparación con el hosting compartido, un servidor virtual nos ofrece niveles mucho más altos de seguridad - además de capacidad y velocidad - y nos garantiza mayor privacidad al bloquear nuestros contenidos frente al resto de cuentas que comparten con nosotros el servidor. Los VPS no comparten el ancho de banda, ni tampoco las direcciones IP, reduciéndose, por tanto, los riesgos de seguridad o filtración de datos, entre otros.  Además, al no utilizar recursos propios, ni instalar programas, aplicaciones o librerías en nuestros equipos, minimizamos las oportunidades de ser atacados. De hecho, un servidor virtual funciona tal cual tuviéramos otro ordenador a nuestra disposición, con capacidades y una conexión a Internet infinitamente más potente y barreras que previenen la entrada de malware en nuestros ordenadores particulares  (siempre y cuando, claro está, no instalemos software sospechoso en el VPS y el que utilicemos se mantenga actualizado). Igualmente, los servidores virtuales más avanzados nos ofrecen pluses relevantes en materia de seguridad como Infraestructuras certificadas; la encriptación de datos con certificado SSL o la protección de Denegación de Servicio (DDoS) que incrementan la seguridad de nuestros datos y previenen los ataques externos que pueden bloquear, por ejemplo.
 la disponibilidad de nuestra página web. También son habituales en este tipo de servidores virtuales, los servicios de copias de seguridad con encriptación y almacenamiento de datos en un centro de datos separado físicamente y que se recomienda sea diferente al que se aloje nuestro VPS. ¿Cuáles son las principales ventajas de los servidores virtuales? Un servidor privado virtual nos permite ejecutar software que es demasiado potente para nuestros equipos con el mismo control y autonomía total que tendríamos si lo estuviéramos haciendo desde un servidor físico propio. Aunque diversas cuentas compartan el mismo VPS, el uso de recursos no interfiere entre ellas. Al no compartir la memoria RAM, ni el almacenamiento, los procesos son considerablemente más rápidos y seguros. Cada usuario dispone de un entorno totalmente aislado e independiente en el que, incluso, puede realizar cambios en la configuración del servidor para adaptarlo específicamente a cada necesidad. Finalmente, destacar, también, que una de las características que hacen de un VPS la mejor elección para los IT Managers es su escalabilidad, ya que te permite comenzar el proyecto con unos recursos iniciales e ir ampliándolos a medida que nuestras necesidades vayan creciendo.

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¿Cómo cambiar la dirección IP?
¿Cómo cambiar la dirección IP?

Internet es como una gran autopista y para “circular” por ella es imprescindible que nos incorporemos a la vía equipados con un ordenador, tablet smartphone,… con matrícula. Esta “matrícula” es lo que se conoce como dirección IP y por múltiples y variadas razones, aunque sobre todo por una cuestión de seguridad y/o privacidad, nos puede interesar cambiarla ¿Cuál es mi IP? Para no empezraar la casa por el tejado, lo primero que debemos hacer para saber cómo cambiar la IP del ordenador es averiguar cuál es la IP de nuestra conexión y poder comprobar al final del proceso que el cambio se ha realizado correctamente.  Para saber cuál es mi IP es tan sencillo como visitar Cual es mi IP.  Al acceder a la página, sin necesidad de que descargar ni ejecutar ningún programa, nuestra herramienta te presentará automáticamente los datos de tu dirección IP en pantalla. Esta dirección que nos conviene también saber si queramos, por ejemplo, configurar servicios online como servidores, FTP, juegos, ... esta formada por una combinación numérica. Esta dirección es única y pública y es la que nos identifica en internet ante las webs que visitamos y resto de usuarios. Nadie puede navegar por la red sin una dirección IP. La IP nos la asigna nuestro proveedor de internet (ISP) y como está dirección está expuesta en la red es conocida como IP pública al contrario de la IP privada de nuestra red local, que solo nosotros podemos conocer.  ¿Cuál es mi IP pública y cuál es mi IP privada? ¿Qué importancia tienen para cambiar mi IP? Nuestro ordenador o cualquier otro dispositivo conectado a Internet tiene dos direcciones IP, una dirección IP pública y una dirección IP privada. La IP pública como hemos visto, es la que nos identifica para poder navegar por internet (imaginaros circular por una autopista sin matrícula… ¡nos pararían y prohibirían la circulación!). Esta IP pública está vinculada a nuestra conexión y, por tanto, todos los dispositivos conectados a un mismo router, tienen la misma IP pública. Por su parte, la IP privada es la que identifica de forma individual a cada dispositivo de nuestra red privada o doméstica. En esta red local cada equipo tiene una dirección IP privada que le sirve para diferenciarse del resto de ordenadores y dispositivos conectados al router. De esta manera cualquier orden de datos que salga de un dispositivo o se envíe a él, el router lo tiene identificado y recoge o envía allí los datos correspondientes. Entonces, ¿Qué dirección IP debo cambiar?  Las IPs privadas no son accesibles desde Internet, en cambio, las IP públicas si lo son y permiten rastrear nuestra ubicación, datos, y actividad en Internet, incluso las páginas que hemos visitado o el tiempo que hemos pasado en cada una de ellas. Así pues, para mejorar nuestra seguridad y privacidad en Internet, tenemos la opción de cambiar la IP pública, o si lo preferimos, ocultar ip. Hacerlo no es complicado y ahora te explicaremos cómo cambiar la IP, pero antes debes asegurarte si tu dirección IP es una IP dinámica o una IP estática, pues depende de ello que el proceso de cambio de IP lo puedas gestionar tú o necesites la intervención de tu proveedor de internet (ISP). ¿Cómo comprobar si mi IP es dinámica o estática para cambiar mi IP? Las direcciones IP pueden ser estáticas o dinámicas. En ambos casos, estas direcciones son asignadas por nuestro proveedor de Internet y la diferencia entre una y otra dirección es que en el caso de la IP estática, la asignación de la dirección es permanente para un dispositivo o router, mientras que la IP dinámica cambia cada vez que ese dispositivo o router se conectan a internet. Lo más habitual es que la dirección IP sea dinámica, pero puedes comprobarlo a través de la herramienta gratuita para saber cuál es mi ip de nuestra web. Recuerda que no debes descargar ningún programa ni ejecutar ninguna aplicación. Simplemente accede a cualesmiip.com y en la página de inicio se te mostrará tu dirección IP y bajo esta información se indicará si se trata de una dirección estática o dinámica.   En el caso de tratarse de una dirección IP estática, deberás contactar con tu proveedor de internet (ISP) y solicitar el cambio o bien utilizar un servicio VPN como te explicaremos a continuación. Pero si es una dirección IP dinámica, el cambio es fácil y tienes diversas alternativas para hacerlo. ¿Cómo cambiar mi IP pública? El recurso más sencillo para cambiar la dirección IP, si esta es una dirección dinámica es apagar y volver a encender el router. Con ello cambiará la IP pública y cuando navegues de nuevo lo harás con una dirección IP diferente a la de antes de apagarlo. Lo engorroso de la situación, es que la nueva dirección, como la anterior, seguirán expuestas en la red y si quieres volverla a cambiar de nuevo deberás apagar y encender el router cada vez. Sin embargo, puede pasar que a pesar de hacerlo, esto no funcione y la dirección IP no cambie. Esto sucede porque en determinadas circunstancias los proveedores de Internet (ISP) establecen un período determinado antes del cual no se puede cambiar la dirección IP. Como cambiar mi IP con una VPN Ante esto y si además buscas una solución definitiva que no te obligue a estar pendiente de apagar o encender el router y que además te ofrezca una solución permanente que contribuya a nuestra seguridad y privacidad en línea, las VPN’s son ya la solución más efectiva para cambiar nuestra IP.  Y es las VPN son servicios diseñados para ocultar la dirección IP, conectes con una dirección IP estática o una IP dinámica, por la de un servidor intermedio, de modo que muestra dirección IP queda enmascarada, figurando de cara a la galería como una IP diferente de forma permanente. Como esta nueva IP Pública pertenece al servidor VPN, ninguno de nuestros datos son expuestos y quien rastree la dirección únicamente llegará hasta ese servidor, sin poder acceder a ningún dato de nuestra conexión, navegación e identidad en la red. VPN vs Proxy Los servidores proxy actúan de forma similar, aunque las VPN tienen la ventaja añadida que cifran todos los datos de inicio a fin de la comunicación, con lo que la imposibilidad de rastrear datos queda 100% garantizada. Los servidores proxy no tienen esta función y por tanto tu conexión puede seguir siendo susceptible de caer en manos de ciberdelicuentes. Mayoritariamente, además, los servidores proxy, a diferencia de las VPN, deben ser configurados manualmente e incluso en algunos casos de forma individual en cada navegador. ¿Cómo saber si se ha cambiado mi IP? Y ahora que ya sabes cómo cambiar la IP, puedes hacer la prueba y comprobar  si ha ido bien, comparando tu nueva dirección IP con la que tenías anteriormente. Si todo ha ido bien, comprobarás que la numeración es diferente y por tanto tu IP ha cambiado.

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