Aunque el almacenamiento en la nube sigue siendo un recurso creciente para muchas empresas para fomentar los entornos de trabajo híbridos, por seguridad también son muchas las compañías que han decidido no solo volver a los discos duros, tarjetas SD o pendrives, sino incluso a las cintas magnéticas, un formato en auge.
Según la firma sueca Sweclockers, el almacenamiento en este soporte se disparó en 2021 y creció, con respecto a los datos registrados en el año anterior, un 35%.
Al tratarse de un medio no conectado a internet y por tanto libre de las amenazas del ransomware y el malware, las cintas magnéticas están ganando de nuevo popularidad y empresas como IBM, HP o Seagate/Quantum ya han lanzado al mercado versiones actualizadas de estas cintas que incluyen tecnología Linear Tape-Open (LTO) y alta capacidad de almacenamiento, de acuerdo a las necesidades actuales de las empresas.
La principal diferencia con respecto a otros medios de almacenamiento digitales es que las cintas magnéticas únicamente pueden leer datos y escribirlos de forma secuencial y esto no se puede realizar de forma simultánea.