Si queremos asegurarnos en nuestra empresa una completa independencia y confidencialidad de los datos, alto rendimiento de procesamiento y máxima protección contra accesos no autorizados, los servidores físicos están considerados los más potentes, eficaces y fiables. Sin embargo, el precio de un servidor físico es más alto que el de un servidor virtual, por lo que los servidores reacondicionados se han convertido, ya, en la mejor opción para muchas empresas que quieren disfrutar de todas las ventajas de un servidor propio, seguro y sin restricciones, acotando su gasto.
De hecho, actualmente, existen servicios especializados que ofrecen ofertas en servidores reacondicionados que permiten comprar servidores refurbished baratos y al mejor precio. Aún y así, es importante recordar, que la compra de hardware informático nuevo o reacondicionado, requiere atención, igual que la selección de un buen proveedor, pues será su especialización, servicio y garantía lo que marcará la diferencia, en este caso, entre una buena o mala experiencia en la compra de un servidor seminuevo o de segunda mano.
Prestada, pues, la atención necesaria a esta elección de proveedor, veamos a continuación algunos tips útiles que nos podrán ayudar a elegir el servidor adecuado para una empresa.
Aplicación y uso
Si hemos decidido comprar un servidor, es evidente que hemos detectado la necesidad y tenemos claro para qué lo vamos a emplear. Y esto es importante porque en función del uso que vayamos a hacer, alojamiento web, correo, almacenamiento de información, acceso remoto, compartición de recursos... podremos elegir servidores con características particulares que se adaptaran mejor a nuestros requerimientos. Por ejemplo, si vamos a almacenar simplemente archivos de texto, hojas de cálculo y poco más un servidor con un procesador y almacenamiento ajustado será suficiente, pero si se prevé un uso intensivo de las aplicaciones que ejecutan esos archivos por parte de un número alto de personas conectadas, el procesador deberá ser más potente, ser generoso en la configuración de memoria RAM y probablemente, necesitemos, también, mayor espacio en disco.
Capacidad y carga de trabajo
Para elegir bien un servidor, deberemos determinar, también, el volumen medio de usuarios que van a tener acceso para evitar que la máquina se colapse o ralentice.
Esta previsión, más un ajuste a la demanda futura de acuerdo a la progresión de crecimiento estimado para nuestro negocio, nos ayudará a determinar que CPU de servidor es la adecuada y cuánto almacenamiento es necesario. Otra posibilidad es optar por un servidor adecuado a nuestras necesidades actuales, pero que tenga suficiente escalabilidad para ser ampliado, según estas cambien.
Facilidad de uso
Esta es otra de las claves para elegir un servidor privado para nuestra empresa. Evidentemente, nuestro proveedor va a ser quien muy probablemente se ocupe de la configuración inicial de nuestro nuevo servidor reacondicionado, pero nosotros somos los que lo vamos a utilizarlo a diario, por lo que deberemos fijarnos que la interfaz sea intuitiva para poder administrar el servidor fácilmente. Esta interfaz vendrá determinado por el software y sistema operativo que hayamos elegido, los cuales, no hace falta decir, deben adecuarse al uso que vamos a hacer de la máquina.
Fabricantes y recambios
Exige a tu proveedor la garantía que te asegure que antes de ponerlo de nuevo a la venta, tu servidor reacondicionado ha sido examinado minuciosamente, probado y liberado de todo tipo de fallos y está, por tanto, listo para usarse como si fuera nuevo.
Además, optar por servidores reacondicionados de los principales fabricantes de servidores DELL, Lenovo o HPE, por ejemplo, es, también, un plus de garantía en cuanto a disponibilidad de componentes necesarios para futuras actuaciones en el servidor, tanto sea para ampliarlo, mejorarlo o solucionar cualquier eventual problema.
También es una cuestión de espacio... físico
Los dos tipos de servidores básicos para pymes son los servidores de torre, que tienen un aspecto y tamaño muy similar al de una torre CPU convencional, y los servidores rack, que permiten ser apilados en armarios.
Así que, si nuestra intención es ampliar en el futuro el número de servidores en la empresa, el espacio que necesitaremos con los servidores rack será mucho más pequeño, aunque, por contra, su mantenimiento se complica algo más, pues estos servidores se conectan uno encima del otro, limitando la maniobrabilidad del técnico y, limitando, otros aspectos, como la circulación de la ventilación.
Atención al cliente y soporte técnico
Asegúrate, también, que vas a comprar un servidor seminuevo o de segunda mano en una empresa que pueda ofrecerte soporte técnico y capacidad operativa para resolver cualquier problema in situ o virtualmente, si la incidencia así lo permite
Un servidor caído no permite el acceso, impide el trabajo y afecta la productividad. Por lo que poder contar con un proveedor de confianza que nos asegure un contacto directo y resolutivo, es de vital importancia.