Desde hace ya semanas la demanda de redes privadas virtuales (VPN) en Rusia no ha dejado de aumentar y según datos de Google Play y Apple Store, tan solo en un día, el 14 de marzo, cuando se hizo efectivo el bloqueo a Instagram en ese país, las instalaciones de VPN en Rusia crecieron un 11.000%.
Hasta ahora, el Kremlin ya ha bloqueado Instagram, Facebook y Twitter, disparando hasta máximos históricos la demanda de VPN por parte de los ciudadanos rusos que recurren a este tipo de herramienta de conexión, con intención de poder, así, seguir utilizando sus redes sociales.
Las conexiones VPN permiten navegar por la red, conservando el anonimato del usuario y su localización, ya que nos conectan a Internet a través de servidores intermedios, en los que nuestra dirección IP original es “suplantada” por la dirección IP y la ubicación del servidor VPN. Esto nos hace figurar de cara a la galería como una IP diferente de forma permanente, haciendo que parezca que nos encontramos en una ciudad o incluso en un país distinto al que nos hayamos en realidad.
Las VPN tienen la ventaja añadida, además, de que cifran todos los datos de inicio a fin de la comunicación, con lo que la imposibilidad de rastrear datos queda 100% garantizada.